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En este encuentro os presentaré algunas herramientas que después podréis practicar por vosotros mismos. Se trata de aprender a no hacer. A través de prácticas sencillas, iremos observando cuánta tensión acumulamos y aprenderemos cómo, tomando consciencia de esa tensión, podemos eliminarla voluntariamente. El desarrollo de esta habilidad nos proporciona una postura activa y fluida así como una capacidad de gestionar cualquier tipo de hábitos, tanto posturales, como de pensamiento o incluso emocionales. Esta técnica se desarrolló originalmente en Inglaterra y poco a poco se va introduciendo en todo el mundo. En su inicio se dirigía a actores para mejorar su presencia, gestionar el miedo escénico así como facilitar la adaptación corporal a cada personaje. A musicos por sus continuas lesiones y por la mejora que proporciona a la calidad del sonido. La danza contemporánea también la introdujo generando la técnica release y el contact improvisación. Actualmente se dirige a todas las personas interesadas en mejorar su calidad de vida.