Desde siempre el hombre ha utilizado el Arte como vía de expresión para explorar su mundo interior. A través del Arte, toda y en todos sus aspectos, el sujeto consigue relacionarse con el mundo exterior de una forma diferente pudiendo así expresar, gracias a este medio, su mundo interior.
Es por este motivo, probablemente, que a partir de mediado del siglo XX surgen una serie de terapias, llamadas creativas, que tratan, a través de la “creación” y la “expresión”, aproximarse al complejo mundo de las emociones y sentimientos del Ser humano.
Según la ADTA – Asociación Americana de Danzaterapia – la Danzaterapia es “el uso psicoterapéutico del movimiento como proceso que tiene como meta integrar al individuo de manera física y emocional” se utiliza la danza y el movimiento con fines terapéuticos para alcanzar la integración de procesos corporales, emocionales y cognitivos.
El cuerpo y los movimientos son los medios para permitir el desarrollo de la personalidad. Por un lado, es una terapia artística, y por el otro, una psicoterapia corporal que se centra especialmente en lo que el movimiento representa.
La finalidad de la Danzaterapia, como de las otras terapias creativas, es la de ofrecer un instrumento alternativo para integrar las experiencias previas al idioma y memoria corporal, estimular la percepción corporal, desarrollar una imagen corporal real, estimular el movimiento personal y el auténtico, desarrollar la percepción personal y hacia los demás, para poder analizar las emociones vividas, lidiar con los conflictos intra e interpsíquicos, adquirir nuevas maneras para establecer vínculos y manejar situaciones, aprender a expresarse y reflexionar sobre el movimiento, ser consciente e integrar lo vivido.
En Danzaterapia lo que se busca es la exteriorización de las emociones a través del despertar del cuerpo: es por esto que durante la sesiones se trabajan las tensiones muscular, se regula la respiración a través de ejercicios específicos, se corrige la postura, se da valor al cuerpo en el espacio encontrando, de esta manera, una nueva vía de comunicación.
Es justamente a través del movimiento que se pueden generar los cambios, no sólo a nivel físicos, sino que trabajando activa y contemporáneamente el cuerpo interior. Aquel cuerpo que no es visible y que, por lo tanto, muchas veces se queda en el olvido y que puede ser la causa de sucesivos problemas tanto sensoriales como psíquicos.
Durante las sesiones se estimulan las áreas dormidas, para permitir que el cuerpo sea el verdadero protagonista. A través de la danza no se busca solo la poeticidad del gesto y la belleza de la interpretación Sobre todo, la Danzaterapia pone énfasis en expresar a través del movimiento lo que nos bloquea en la vida cotidiana: bailando podemos expresar nuestros miedos, la rabia, la angustia, el dolor. En el momento en que reconocemos estos sentimientos dentro de nosotros, podemos exorcizarlo trayéndolos al exterior a través de nuestro mismo cuerpo, para que, una vez visualizados, podamos comprenderlos y eliminarlos o cambiarlos.
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